Como bien sabemos, en internet podemos encontrar de todo. Sin embargo, debido a la cantidad de información que podemos hallar, tenemos que estar muy alertas a la fuente de donde extraemos la información. Para evitar caer en un círculo de información falsa, aquí te damos 5 tips para detectar si un texto es confiable.
¿Qué tan importante es realizar una buena búsqueda de información?
A medida que vamos avanzando en nuestros estudios, ya sea en los últimos años de secundaria o al iniciar la universidad, la calidad de nuestros trabajos de investigación debe ir en aumento, pues nos encontramos en mayor capacidad de realizar artículos, monografías o exposiciones más detalladas y competentes.
Es necesario tomarse el tiempo de realizar una buena búsqueda de información y filtrar las fuentes que utilizamos. Recuerda que cualquier persona puede compartir noticias a través de la web y sabemos que es fácil caer en la trampa de fuentes que aparentan ser fiables.
Y créenos, no hay nada peor que presentar un trabajo basado en información falsa o incorrecta. Esto no solo puede afectar tu calificación final, sino también restarle credibilidad a toda una investigación que pudo haberte tomado mucho tiempo en construir.
5 consejos para saber si un texto es confiable
1. Prioriza el uso de fuentes de calidad
En primer lugar, te sugerimos tomar como fuente principal a libros o revistas científicas y especializadas. ¿La razón? Son fuentes más prestigiosas que cualquier página que encuentres en internet, ya que hasta los medios digitales más conocidos, en su afán de demostrar “inmediatez”, algunas veces pueden equivocarse.
Pero, si no tienes el tiempo de visitar una biblioteca o no encuentras ningún texto especializado sobre el tema que estás investigando, te recomendamos optar por fuentes de renombre o que estén respaldadas por algún centro de investigación o universidad.
Recuerda que toda investigación escrita bajo estándares profesionales tiene cierto respaldo de alguna organización, por lo que te sugerimos siempre buscar los antecedentes del autor. ¿Ha escrito en alguna revista? ¿Este es su primer artículo? No te fíes solo porque encuentras la fuente en un medio con cierta autoridad.
2. Asegúrate que la fuente se encuentre actualizada
Hoy en día, debido a la velocidad a la que se mueve la tecnología, la información y los sitios confiables se desactualizan rápidamente. Por ello, te aconsejamos siempre asegurarte de que la fuente que utilices siga siendo relevante y aplicable al tema que estás investigando.
No olvides que toda página web que presente información de calidad siempre está en constante actualización o publicando nuevos contenidos relacionados, así que este también es un buen tip para detectar si la fuente es correcta o no.
3. Consulta las fuentes citadas por el autor
A menos que encuentres un artículo de algún autor que esté analizando sus propios datos, su información siempre provendrá de alguna otra parte, por eso, te recomendamos consultar a esas fuentes secundarias citadas o referencias, ya que te ayudarán más de lo que crees.
4. Siempre compara fuentes
Cuando te encuentres buscando fuentes, te sugerimos que siempre te mantengas escéptico a todo lo que lees. No te quedes en un solo autor, sino compara opiniones y elige siempre las que brindan una sensación de profundidad y una buena investigación.
¡Ojo! Debes tener cuidado con ser persuadido por el punto de vista del autor. Siempre pregúntate: ¿la información parece publicidad? Si la respuesta es sí, entonces esa no es una fuente confiable. Si por el contrario parece una opinión bien fundamentada y que ha citado a otros profesionales, entonces sí es una fuente correcta.
5. Evita fuentes que provengan de redes sociales
Aunque hay algunos profesionales y organizaciones que utilizan las redes sociales para difundir conocimientos comprobados sobre ciertos temas, no todos realmente constatan sus fuentes y esto puede afectar enormemente la credibilidad de tu trabajo.
Por otro lado, los blogs o artículos que encontramos en redes suelen ser piezas de opinión pública, por lo que pueden considerarse como fuentes sesgadas. No olvides que una fuente escrita desde un punto de vista específico puede limitar la cobertura de un tema a un lado particular de un debate.
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