¿Por qué te da miedo el examen de admisión?

El miedo al examen de admisión es un enemigo poderoso, que puede traerte graves consecuencias cuando no logras controlarlo; existen técnicas que te ayudarán a mantenerte en un equilibrio emocional óptimo, para abortar todos los problemas.

Miguel estaba en el break, conversando con sus amigos y hablando de todo un poco, de pronto dentro de su mente apareció una idea; recordó que día era y sintió como a cada minuto se acercaba el examen de admisión para el que no estaba preparado aún, intentó recordar lo que había aprendido hasta ahora y no consiguió llegar a nada.

Se le había olvidado todo y sabía que durante el examen sería peor, ya que sentía que no había afianzado los conocimientos lo suficiente como para rendir el examen de admisión y en lo único que pensó, con miedo, fue que seguro reprobaría el examen.

¿Esto alguna vez te ha pasado?

Bienvenido al 68% de la población preuniversitaria. Aunque este sentimiento es algo común en los estudiantes preuniversitarios, vemos como algunos de los que lo padecen dejan que esta situación afecte sus vidas, llevándolos a tomar decisiones equivocadas, como abandonar la preparación para llegar a ser profesionales.

Aunque te hayas preparado disciplinadamente, la mayoría de los exámenes están diseñados para que no puedan ser terminados; la buena noticia es que no tienes que hacerlo, solo tienes que estar mejor preparado que la mayoría y la vacante será tuya.

¿Cómo es este miedo al examen de admisión?

Este miedo puede manifestarse en cualquier momento y lugar, no necesariamente en un lugar relacionado al estudio, sin importar la situación en la que te encuentres; Incluso unos días antes o la noche anterior al día del examen, basta con que el recuerdo del examen aparezca en tu mente para activar este miedo incontrolable que en algunos casos llega a un ataque de pánico.

En los casos más extremos, el miedo se activa exactamente al momento de estar sentado frente a la hoja de la evaluación y todo lo estudiado desaparece rápidamente, dejándote ante un enorme océano de incertidumbre y frustración.

¡Cuidado! Es hora de trabajar y mejorar tu equilibrio emocional para que no solo estemos preparados académicamente para un examen, sino para que también podamos enfrentarnos emocionalmente a él, sea en el colegio, la academia o para nuestro gran día en el examen de admisión.

¿Qué hacer para luchar contra el miedo?

Es importante conocer cuáles son los motivos que te conducen a sentir este miedo y prepararte para superarlo, este proceso depende de tres etapas:

1. RACIONALIZACIÓN NEGATIVA DEL EXAMEN DE ADMISIÓN

Algunas causas del miedo ante el examen de admisión

  • Causado por mantener siempre pensamientos negativos, relacionados al hecho de presentar un examen, pero principalmente sobre ti mismo en el momento de hacerlo.
  • Por la poca confianza en ti mismo, tratándote o dejándote tratar bajo expresiones negativas como “me va a ir mal” o “nunca podré aprobar el examen”.
  • Puede ser causado al obtener una mala calificación que te lleve a un castigo muy severo por parte de los padres, que induce a que el miedo al presentar exámenes sea mucho mayor, pero esta vez por el temor al fracaso y sus terribles consecuencias.
  • Otra causa de origen de este miedo puede deberse a que no te has preparado de la manera correcta y por ese motivo tienes miedo a reprobar. Esto es consecuencia de una mala administración de tu tiempo, falta de compromiso, hábitos de estudio inadecuados o procrastinación. Todos estos factores aumentan la ansiedad cuando se va acercando la hora del examen.

2. DESARROLLO DE ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO AL MIEDO

¿Cansado de vivir esta situación cada momento que se acerca un nuevo examen? Debes saber que el camino hacia la solución comienza en ti mismo; nadie más va a lograr que mejores tu rendimiento académico y tu actitud hacia las evaluaciones en tu nombre.

Para que esto sea posible, debes comenzar a tomar medidas en tres diferentes aspectos: a nivel mental, a nivel conductual y a nivel fisiológico.

Afrontando el miedo a nivel mental

A nivel mental, lo primordial es empezar a cambiar la percepción que tienes sobre todo lo inmensamente malo que podría sucederte si repruebas un examen. Un resultado negativo es algo que experimenta todo el mundo y tú no eres la excepción. Además, también te recomendamos comenzar a tomar en cuenta los siguientes consejos:

  • Mantén siempre pensamientos positivos, relacionados al hecho de presentar un examen, pero principalmente sobre ti mismo en el momento de hacerlo.
  • Confía en ti mismo, si no, ¿cómo quieres tener éxito? Para eso repite a toda costa expresiones como “me va a ir bien” o “aprobaré el examen” “mi esfuerzo valdrá la pena”.
  • Piensa en las satisfacciones personales que sentirás cuando enfrentes un examen y más aún si lo apruebas con éxito.
  • Momentos antes de presentar un examen, sitúate mentalmente en un lugar tranquilo, rodeado de paz. De esta manera te sentirás más relajado.

Afrontando el miedo a nivel conductual

A nivel conductual, comienza a cobrar conciencia sobre la importancia de tener una buena preparación previa a la hora del examen; esto ayudará a aumentar tu autoestima y la seguridad de que puedes obtener un buen resultado si te lo propones correctamente. Considera también estas recomendaciones:

  • No evadas ningún examen. Cuando tomas por costumbre presentarlos todos, empiezas a sentirte con menos miedo en las siguientes oportunidades, porque te vas creyendo más capaz con cada uno de ellos, lo cual aumenta también tu valentía.
  • Mantén la mejor valoración de ti mismo, considerando que un mal resultado en un examen no afecta en nada a tu esencia como persona.
  • Adquiere buenos hábitos de estudio, así tendrás también una buena preparación, primera garantía del éxito.
  • Comparte tu tiempo de estudio con otras actividades en las que distraerte, así podrás aliviar un poco la presión que se genera por tener que prepararte para cada nuevo examen.

Afrontando el miedo a nivel fisiológico

Existen actividades para complementar a nivel fisiológico. Técnicas que podrán ayudarte a mantener la calma en momentos de tensión o angustia, Aquí te sugerimos las siguientes:

  • Haz ejercicios de respiración, respirando profundamente cuando te sientas nervioso. Verás cómo te sientes mejor y con la mente más enfocada en pocos minutos.
  • Los ejercicios de relajación también son muy recomendados en estos casos, ya que el tensar y relajar tus músculos repetidamente, te ayudará a sentir tu cuerpo más ligero.
  • No descuides tus rutinas de actividad física y si no tienes una, entonces adquiérela. El ejercicio físico brinda mucha energía, lo cual te permitirá tener un mejor rendimiento en tu día a día.
  • Mantén una alimentación sana y balanceada, deja de lado la comida chatarra, las bebidas energéticas y el café en exceso.
  • Evita trasnochar, incluso si tienes pensado pasar la noche estudiando. Cuando se disminuyen las horas de sueño, también se ve altamente afectado tu rendimiento académico, porque tu cuerpo y tu mente se agotan y no te dejarán en paz. Duerme al menos seis horas ininterrumpidas cada noche y verás lo bien que te sentirás después.

¿Y si a pesar de todo, fracaso…? Seguramente esta duda continúa en tu cabeza.

Tras días completos de preparación, tanto física como mental, para rendir un examen confiado de poder aprobarlo pero te entregan los resultados y no es lo que esperabas: No ingresaste a la universidad. Este es el momento en el que muchos tiran la toalla, piensan que siempre fracasarán o que un ciclo más de preparación es demasiado para una vida como profesional.

Lo primero que debes tener en cuenta es que este escenario es totalmente posible, perfectamente normal y forma parte integral de todo proceso de aprendizaje; luego, una vez que ya eres consciente de que no debes rendirte, es el momento de tomar el control de la situación e identificar cuál habrá sido el motivo del fracaso.

Quizás fue tan solo un pequeño error que se pasó por alto mientras hacías tu examen, lo cual da cuenta de que tu preparación no fue en vano y estás en total capacidad de demostrar tus conocimientos; pero un error lo comete cualquiera y más aún bajo toda la presión a la que un postulante está expuesto.

Lo más importante en esta instancia es no darte por vencido; qué un solo fracaso no signifique la derrota completa. El camino académico puede ser largo y complicado, lleno de muchas dificultades, pero no hay mayor recompensa que llegar hasta el final habiendo superado cada obstáculo, demostrando a todos y especialmente a ti mismo que puedes ser completamente exitoso.

Los dioses conceden la victoria a la constancia” – Simón Bolívar

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