Está comprobado que aumentar tus habilidades de organización puede ayudarte a ser un estudiante ejemplar. Y, ¿Quién no quisiera ser un buen estudiante, cierto? Aunque suene difícil, ser organizado es más fácil de lo que te imaginas, siempre y cuando incorpores algunas costumbres en tu vida. Por eso, hoy te presentamos 7 hábitos para ser un estudiante organizado.
¿Por qué ser una persona organizada?
¿Sabías que el desorden puede afectar tu salud al aumentar los niveles de estrés? Y si bien esta es una de las razones más importantes para ser una persona organizada, existen también otras como el aumento de productividad, la mejora en el sueño, e incluso en tu calidad de vida.
¡Conoce 7 hábitos que te ayudarán a ser un estudiante organizado!
1. Lleva siempre contigo una libreta de apuntes física o digital
Las personas organizadas saben que solo hay una forma de asegurarse de que recordarán hacer algo: escribiéndolo. Ya sea un pequeño cuaderno o en la App de notas de tu celular, ¡siempre deja todo por escrito!
Está bien que confíes en tu memoria, pero siempre es bueno tener un respaldo para evitar errores o confusiones. Por ello, te sugerimos tomarte el tiempo de escribir cosas todos los días: ya sean fechas importantes, tareas pendientes o algún evento próximo.
2. Relee tus apuntes de clase periódicamente
De nada sirve que hagas apuntes sobre tus clases si no los revisas cada cierto tiempo. Recuerda que leer tus notas es una gran estrategia para refrescar la memoria y rendir mejor en tus exámenes.
Es cierto que puede ser un poco tedioso hacerlo a diario, por eso te recomendamos reservar un día a la semana, sobre todo, cuando te encuentres cerca de dar una práctica calificada o examen. Hazlo sobre todo durante el almuerzo o en el tiempo entre clases.
3. Crea un horario semanal
Ciertos estudiantes prefieren abordar un tema diferente cada día, mientras que otros encuentran más efectivo estudiar una pequeña porción de cada tema. Todo depende de tu ritmo de estudios, pero uno de los hábitos más importantes que puedes implementar en tu rutina es establecer un horario semanal.
Una vez que sepas cuántas horas de revisión necesitarás por curso, establece un horario y haz todo lo posible por cumplirlo. ¡Ojo! Asegúrate de incluir tiempo adicional para descansar entre sesiones, ya que es importante también que disfrutes de pequeños momentos de relajo.
Por otro lado, es importante establecer un horario realista. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no programes sesiones de estudio temprano en la mañana si no eres una persona madrugadora. ¡Sé honesto contigo mismo!
4. Identifica los temas que se te hacen más difíciles
Es normal que nos vaya mejor en algunas materias que en otras, y da por sentado que, en el transcurso del trimestre o semestre, habrá temas que no comprendas por completo. ¡Y está bien!
Y aunque puede ser tentador ignorar estos problemas hasta que se acerque alguna prueba en la que debas estudiar mucho, lo mejor que puedes hacer es identificar rápidamente ese tema que no dominas y marcarlo para prestarle extra atención en la siguiente clase o consultarlo con un profesor tan pronto como sea posible.
5. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy
Sí, puede ser tentador terminar una tarea por la mañana, pero ¿no preferirías acabarla rápido y tener todo el día siguiente solo para ti? Recuerda: posponer las cosas es casi una sentencia de muerte si estás tratando de mantenerte organizado.
El truco para incluir este hábito en tu día a día es tener una actitud de «lo haré ahora mismo», en lugar de siempre procrastinar con el celular. Tal vez sea más fácil decirlo que hacerlo, pero créenos, hacer este ajuste te salvará de más de una.
6. Ponte objetivos de las notas que deseas sacar
Mantenerte orientado a los objetivos es crucial. Por eso, es crucial que te pongas objetivos, por ejemplo, la nota final que deseas sacar en tus cursos y cómo lograrla de forma exitosa. Recuerda que decir “quiero una buena nota” no es suficiente, debes ser lo más específico posible.
7. Mantén tu área de estudios ordenada
El desorden puede distraer, y en algunas ocasiones, provocar ansiedad. Mantener un espacio de trabajo o estudios limpio es importante para mantenerte organizado siempre, ya que al ordenar podrás encontrar rápidamente todo lo que necesitas sin perder tiempo.
Convierte la limpieza en un hábito semanal para asegurarte de tener todos siempre a la mano. Por ejemplo, puedes limpiar tu escritorio, acomodar tus lapiceros o incluso aromatizar el espacio, ¡lo que prefieras!
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